Cuando deba equipar su taller o mejorar sus prestaciones, debería hacerse varias preguntas:

• ¿Qué tamaño de tanque necesito?
• ¿Necesito una bomba de una o de dos etapas?
• ¿Cómo puedo evitar la presencia de humedad en los tubos?

El tamaño del tanque vendrá determinado por la cantidad de aire que necesite. El hecho de que su compresor tenga un funcionamiento continuo no significa que necesite uno de mayor tamaño. Por el contrario, puede que necesite adquirir un nuevo tanque receptor. La mayoría de los compresores de Ingersoll Rand se encuentran equipados con un tanque horizontal o vertical, con un tamaño que oscila entre los 113 y los 455 litros (30 y 120 galones). A la hora de adquirir un compresor, lo primero que debería hacer es analizar cuáles son las herramientas que más utiliza y la cantidad de aire que estas precisan.

• El aire se aspira en un cilindro.
• El aire atrapado se comprime en una única carrera con un pistón a una presión aproximada de 8,2 bar (120 psi).
• A continuación, el aire comprimido se lleva hasta un tanque de almacenamiento y hasta la toma correspondiente, desde donde dicho aire comprimido proporciona energía al conjunto de herramientas para las que se ha previsto el compresor de una etapa.

Por su parte, un compresor de dos etapas funciona de forma similar al de una etapa, con la diferencia de que el aire no se almacena en ningún tanque, sino que se vuelve a hacer pasar por la bomba y se comprime hasta que alcanza los 12 bar (175 psi) aproximadamente.

¿Sabía que durante un mes de verano deberá extraer, al menos, 568 litros (150 galones) de humedad no deseada de su sistema de aire a causa de las altas temperaturas? La humedad causa estragos en sus equipos y provoca tiempos de parada no planeados. El exceso de humedad en su sistema de aire puede fomentar el crecimiento de bacterias, producir corrosión en las tuberías y generar diversos problemas en el compresor.  Una razón de peso para preservar su sistema de la humedad es evitar que sus trabajos en madera se comben, con la correspondiente insatisfacción para sus clientes y para usted. Para resolver los problemas de humedad, debería invertir en un secador refrigerado. La instalación de un secador refrigerado en su sistema limpiará sus tubos y garantizará un funcionamiento eficiente de sus operaciones. Un secador refrigerado constituye la opción estándar si busca una solución con bajos requisitos de mantenimiento.

Además de asegurarse de contar con el tamaño de tanque correcto, con el compresor de una o dos etapas adecuado y con un secador que evite la humedad, existen varios accesorios con los que debería pensar en equipar su compresor:

Filtros de aire: Seamos realistas: un taller de carpintería no es el lugar más limpio del mundo. La presencia de polvo en el aire es constante. Cuando su compresor está funcionando, recoge el polvo del taller y lo hace entrar en su sistema de aire comprimido. Un compresor con partículas de polvo y gotas de aceite y agua funciona con más dificultad, lo que aumenta su gasto en energía. Con nuestros filtros de aire coalescentes ahorrará en energía y protegerá sus compresores y sus herramientas de contaminantes perjudiciales al eliminar eficazmente las partículas sólidas, el agua, el aceite y los aerosoles del aire comprimido.

Lubricantes: ¿Sobrecalentamiento de los compresores de aire o las piezas y fugas de aire? Evitar estos problemas resulta tan sencillo como añadir lubricante. Controlar los niveles de funcionamiento de su compresor de aire resulta crucial a la hora de asegurarse de que este funciona con la mayor eficiencia posible. El lubricante All Season Select es una mezcla sintética que funciona a cualquier temperatura y que está diseñado para aumentar la eficiencia, reducir el desgaste y evitar la formación de carbono. Su duración es cuatro veces mayor que la de los lubricantes con base de petróleo. En condiciones normales de funcionamiento, se recomienda un intervalo de 2.000 horas de servicio entre cada cambio de lubricante.